La balanza es un dispositivo que encontramos en nuestra vida cotidiana y que nos ayuda a medir pesos. Es una herramienta indispensable en muchos ámbitos, ya sea en procesos industriales, el envío de paquetes o la cocina.
Una balanza es básicamente un instrumento diseñado para medir el peso de un objeto. Generalmente, consta de una plataforma o un dispositivo de suspensión y un indicador en el que se puede leer el peso. Al colocar el objeto a pesar en la plataforma o suspenderlo en el dispositivo, se puede determinar su peso.
Sin embargo, en el ámbito de las balanzas, existen diferentes tipos y categorías que se diferencian según su aplicación y funcionalidad. Una distinción importante en el sector industrial es la diferencia entre balanzas no automáticas y automáticas.
Un instrumento de pesaje no automático (IPNA) – comúnmente mencionado en las normativas que se detallan más adelante – es un tipo de balanza que requiere la intervención de un operador para realizar la medición. Un instrumento de pesaje no automático cuenta con una escala o pantalla donde se muestra el peso del objeto. Su uso está ampliamente extendido en el comercio, la industria y otros sectores donde se requieren mediciones precisas.
En contraste, existen balanzas automáticas que realizan la medición de manera autónoma. El proceso de pesaje se inicia automáticamente, por lo que estas balanzas juegan un papel fundamental en la automatización de la producción industrial.
A continuación, nos centraremos en los instrumentos de pesaje no automáticos y en las regulaciones que deben cumplirse.
Una balanza verificada es un instrumento de pesaje no automático que ha sido sometido a un proceso de verificación y que cumple con los requisitos legales (en particular la Directiva 2014/31/UE y la Directiva 2014/32/UE – también conocida como MID) en materia de metrología legal. Además, está sujeta a inspecciones regulares por parte de la Oficina de Pesas y Medidas.
El objetivo de la verificación es proteger al consumidor y el interés público. La verificación realizada por un organismo autorizado garantiza que la balanza proporcione mediciones precisas y confiables y que los límites de error permitidos sean respetados.
La Directiva 2009/23/CE sobre instrumentos de pesaje no automáticos establece que los instrumentos verificados deben utilizarse en los siguientes casos:
El llamado sello de verificación o el marcado metrológico (M), acompañado del marcado CE, indica que la balanza cumple con las regulaciones legales vigentes.
El interruptor de sellado desempeña un papel crucial en la verificación y seguridad de las balanzas, especialmente en entornos comerciales e industriales. Este componente especial, conocido como interruptor de sellado, es un elemento esencial que garantiza la integridad y el cumplimiento de una balanza calibrada.
El interruptor de sellado es un mecanismo de seguridad integrado en muchas balanzas. Su función es controlar y restringir el acceso a los ajustes de calibración y configuración de la balanza. Tras la verificación, el interruptor de sellado se sella para evitar modificaciones no autorizadas o accidentales. Esto garantiza que la balanza siga cumpliendo con los requisitos legales y los estándares de calibración.
El uso de básculas verificadas es esencial en diversas industrias para garantizar mediciones precisas, el cumplimiento de las normativas legales y la protección del consumidor. En Gram Group, comprendemos la importancia crucial de unos sistemas de pesaje fiables en sus operaciones. Nuestra gama de básculas de alta precisión cumple con los más altos estándares de la industria, garantizando un cumplimiento normativo y un rendimiento en el que puede confiar.
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